EL CICLO DE LA VIDA : ADULTOS Y PERSONAS MAYORES.
Ser es devenir. No existe en la vida nada que sea permanente, aunque nos cueste reconocerlo, sino mudanza y cambio continuos. Y en este llegar a ser, en términos generales, propio de la evolución de la conciencia se producen una serie de estados naturales a través de los cuales se expresan el crecimiento y el desarrollo normales en cada ser humano. Muy a menudo, estos estados se acompañan de grandes cambios unidos también a procesos naturales de cambios físicos. Estos cambios pueden experimentarse, incluso, como verdaderas crisis y acompañarse entonces de gran sufrimiento y dolor. Crisis en el sentido etimológico original de la palabra: ocasión y oportunidad para el cambio. Por ejemplo, a veces el paso natural de la pubertad a la adolescencia se vive en medio de dolores en todo el sistema óseo, o parte de él, que experimenta el intenso crecimiento propio de la edad, junto a un gran desconcierto psicológico que marcan el fin definitivo de la infancia y la apertura y entrada a un nuevo horizonte, abierto de libertad e idealismo y lleno de posibilidades y potencialidades.
Sin embargo, si este cambio natural en el que consiste el desarrollo normal de una vida humana, con sus distintos niveles y etapas más o menos bien definidas junto a sus correspondientes correlatos físicos, se desarrolla de una manera inadecuada, pueden aparecer diversas “patologías características” de estos puntos de inflexión o momentos claves en el proceso de desarrollo del ciclo de la vida.
El Yoga, aplicado convenientemente y adaptado en su práctica a cada una de estas etapas y sus especiales necesidades así como a sus dificultades, se manifiesta, una vez más, como una herramienta de valor inestimable para la natural evolución de la conciencia y una ayuda para superar, o al menos afrontar, distintos problemas físicos y mentales que podrían acompañar estos cambios hasta su desaparición definitiva en la armonía, aceptación y vivencia de una nueva etapa, donde todo lo anterior sea integrado positivamente.
Miguel Angel García Diaz.
Profesor de Yoga.